viernes, 26 de agosto de 2011

Mis tardes con Margaritte


Bueno hoy voy a romper con varias cosas, la primera la tendencia a la baja de post al mes, y la segunda con la tendencia de cachondeo.

Puede que a vosotros os suene o no el título, es de una película, y no es una gran producción ni tiene acción ni efectos especiales ni nada a lo que estamos acostumbrados, simplemente es una película con sentimiento, de esas que enganchan y no puedes dejar de verlas hasta el final.

Sí, estoy hablando del tipo de películas que ponen en el AVE Madrid-Málaga, porque entre el de ida y el de vuelta he visto dos películas que me han llenado. Y sobre todo el final de esta.

No os voy a contar de que va la película, por el mero placer de que os intrigue y la veáis, de verdad, merece la pena. Abstenerse castrojos sin sentimientos o animales asilvestrados.


Pero lo que mas me gusto fue el final....

"Fue un encuentro poco corriente entre el amor y la ternura. En su camino no había duda, tenía nombre de flor, vivía rodeada de palabras, de adjetivos traídos por los pelos, verbos que crecían como la hierba, algunos se colaban de una forma oscura. Ella atravesó mi cascarón y se me coló con dulzura hasta mi corazón. En las historias de amor no hay siempre sólo amor, a veces, no hay ni un te quiero, y sin embargo, queremos. Fue un encuentro poco frecuente, la conocí por azar en un parque delante de la plaza, no abultaba mucho, no era más grande que una paloma con sus pequeñas plumas. Allí estaba rodeada de palabras, de nombres comunes como el mío, Me dio un libro, luego otro, páginas que estallaron ante mis ojos. No te mueras todavía, tienes tiempo, espera. No es tu hora, pequeña flor. Dame un poco más de ti. Dame un poco más de tu vida. Espera. En las historias de amor no hay siempre sólo amor, a veces, no hay ni un te quiero. Y sin embargo, queremos"


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